sábado, 15 de agosto de 2015

Haciendo Radio

Buenas noches a todos y todas.
Después de mucho pensar en varios sucesos que me resultaban injustos en mi vida, en mi comunidad más cercana y en el mundo, decidí re tomar lo que tanto amo: La Radio.
Hoy siento que hay varios valores cambiados, que me muevo en un país y en una sociedad que llama marginal o fuera del sistema a quien nada tiene, pero que es permeable a ciertos delitos y caradureces que sacan de eje a cualquier ser humano medio.
Lo primero que me movilizó fue el exceso de noticias de mierda, la sobre exposición a la que estamos sometidos todos los días de malas noticias. Y pensé: No es posible que nada bueno pase nunca, digo si todos son robos, usurpaciones, delitos, asesinatos, violaciones, explosiones, guerras, epidemias, etc., la mayoría de las personas no volverían a su casa y esto claramente no es la realidad. Entonces pensé: Si las buenas noticias son más frecuentes que las malas, si todos llegamos a nuestras casas bien con más frecuencia que mal, si todas las veces que nos convocan a ser solidarios vamos más cantidad de veces que las que no vamos, si somos más los que sufrimos cuando otro ser humano sufre que a los que les resulta indiferente, si somos más los laburantes que los especuladores... Por qué las buenas noticias nunca salen en ningún lado?
Pensando en esto es que me dí cuenta de que toda la gente que hace cosas hermosas, buenas, solidarias, humanas y que laburan para hacer un mundo mejor son INVISIBLES. Así surgió LOS INVISIBLES, un programa de radio que muestra lo que pocos muestran, un espacio de difusión para todas aquellas acciones humanas que hacen algo porque quien tienen al lado.
Es un enorme placer hacer este programa. En próximas entradas te voy a dejar los links para que los escuches, los conozcas junto a nosotros, te sumes a lo que desees y te enteres con nosotros que la buena gente es mucha más, sólo la tenemos que mirar.
Cómo puede ser que un puñado de mala gente tenga supremacía sobre muchísimas más buena gente? Sabés cuál es mi teoría? Porque la buena gente no se ve, por eso te la mostramos en LOS INVISIBLES.
https://www.facebook.com/losinvisibles2015

martes, 11 de agosto de 2015

De a poco vamos regresando. Recuperé mi contraseña perdida!!
Tomando las riendas de mi vida, de a poco muy lento, pero voy regresando al ruedo, a lo que me gusta, a la radio, a los afectos, a los amigos... La sal de la vida sabe muy rica y en eso estoy!
A salar se ha dicho! Y no las heridas!

lunes, 18 de abril de 2011

El Arte de Itinerar por Loló Colombo

Tal vez por casualidad o por causalidad me pasa otra vez. Me encuentro con lo que buscaba sin buscarlo y tal vez, sin saber bien qué buscaba.
Entré por la puerta lateral al mundo del arte itinerante. Asomé y pasé. Acostumbrada a recorrer los mundos paralelos, ingreso despacio en este mundo. Ya antes pude compartir el mundo de la música muchas veces, por profesión, por amor, por trabajo, por pasión. Pero esta vez fue mi curiosidad innata e irrenunciable lo que me trajo a esta parada.
Muchas veces las personas confunden lo itinerante con lo vago, despreocupado, liviano y de poca profundidad. Hay de todo como en todos lados, es verdad.
Hace días tuve la oportunidad de acompañar a un músico en su recorrida nocturna por colectivos de la ciudad. Una experiencia que vale la pena vivir alguna vez. Con dedicación casi religiosa carga todos los días 9 kilos de menesteres en sus espaldas, pidiendo permiso para regalar lo que sabe: Magia a bordo. Una vez que logra subir, instantáneamente percibe en su aura el clima del espacio. Entre risas, bromas e ironías, entrega a su público una impresionante cantidad de energía. Entre esos viajantes algunos se conectan con él, otros ni lo miran y unos pocos lo rechazan. Una magia comienza a circular igual entre todos. Una búsqueda cómplice, una mirada diferente sobre lo que sucede en el viaje y en la sociedad entera. Son 18 minutos de brisa fresca y suave en la cara, te cambia el humor, te limpia la mirada y te abre el corazón. Todo un desafío. Y después… ya se va, con su risa y su carga a otra parada para empezar de nuevo.
No saben de hora de almuerzo, de frío ni de calor, de lluvia ni de viento. No tienen el baño al lado para ir cuando les plazca. Tampoco la máquina de café o la de bebidas, ni el teléfono del bar para pedir la comida. No tienen locker para dejar sus cosas mientras trabajan. No tienen escritorio ni silla para laburar confortables. No tienen tarjeta de débito ni menos de crédito, ni cuenta sueldo. 
Suelo sostener que la profesión de músico es tal vez una de las más sacrificadas y menos reconocidas. Hoy te afirmo: La de músico itinerante es sin dudas la de mayor entrega que conozco. Con una rutina, un horario, una mochila de sueños, varios acordes y un guión, el músico itinerante sale cada día a levantar la calle en sus espaldas. Vive al día, recorre y explora, se “planta” en tu bondi y seguramente muchas veces protestás. Hace ruido mientras hablás por teléfono, se mete en tu espacio y es probable que hasta te joda. Si lográs vencerte a vos mismo y regalarle esos minutos de atención, establecer una conexión en tu corazón por un instante, esa energía te inunda, te arrebata una sonrisa, lleva tu mente a un lugar imaginario donde se liberan las sensaciones.
De lo vago a lo itinerante hay mucha distancia. El laburo itinerante requiere de una disciplina y energía que no he conocido en trabajos convencionales o “formales”. Por eso, cuando alguien te diga que los artistas ambulantes son vagos, invitálo a recorrer con ellos un ratito, a entrar en sus vidas un instante. Invitálo a probar.
Los preconceptos son como los dogmas, creados por el hombre como herramientas de manipulación hacia otros hombres. Llevan a la estigmatización, a la marginalidad y la discriminación, a separar seres humanos. Por suerte la realidad y la verdad no se ajusta a definiciones sino que está a la vista de quien la quiera mirar.
Una persona como vos deja su carga y sus pensamientos en la puerta del subte o el bondi, se calza un personaje trabajado y creado y se atreve a cruzarse en tu camino por unos minutos. Trae la osada intención de entrar a tu espacio sin pedirte permiso, reciclarte la energía, robarte una sonrisa, apartarte de tu empecinada y negativa razón. Observálo, dejále lugar, establecé un vínculo de mirada y sentido, respetálo, colaborá con su gorra. Y cuando se haya ido y lo recuerdes esa sonrisa que se te dibuja en la cara y en la mente: te la regaló él mientras no te dabas cuenta.

MUY PRONTO: Más sobre artistas itinerantes!

martes, 12 de abril de 2011

¿Qué es un militante?

Un militante cree en la solidaridad social. No es un "individuo" en el pobre sentido
que del individuo tiene el liberalismo burgués. Sabe que su individualidad se realiza en el grupo. Su incorporación al trabajo, a la producción, a su grupo de pertenencia, a su clase social, lo incorpora a la solidaridad, al compañerismo, a la amistad sincera. Para decirlo claro: lo humaniza. Un militante es un ser en constante proceso de humanización. Su militancia lo hará mejor padre, mejor hombre de su mujer, mejor amigo de sus amigos. Sabe que habita este mundo para luchar junto a los demás, no para usarlos.
El militante respeta el trabajo. No porque sea un sometido, sino, porque sabe que en el trabajo está su poder, su organización y el sentido final de su militancia: la justicia social. Y también porque sabe que por fuera del trabajo, no sólo está la miseria económica, sino la otra: la social y la humana. La que hará de él un apartado, un egoísta, un resentido y hasta un delincuente.
El militante, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida.
Esta verdad es su ideología, la ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez.
La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia.
La ha amasado, a esta ideología, durante años, la ha padecido, la ha cuestionado, la ha asumido cotidianamente. Porque cotidianamente intentan quitársela, se la oscurecen y deforman desde las pantallas de la TV o desde las radios. Aparecen allí, frente a él, en su hogar, hombres cultivados, con buenos modales, racionales hasta el asombro y vértigo, implacables, que le dicen que no, que está equivocado, que todo está bien, o que todo está mal, pero que, en todo caso, nada está como él cree.
¿Cómo lucha contra toda esa insidiosa verborragia? Hablando con sus compañeros. Buscando la verdad donde está: en el grupo. Porque cuando los militantes son esto, militantes, y están unidos por sus intereses comunes, la verdad es una tenaz corriente eléctrica que los recorre y los une aniquilando el discurso del enemigo.
Porque es cierto (según postula un diabólico axioma del pensamiento autoritario) que mil repeticiones hacen una verdad. Pero no es menos cierto que mil repeticiones pueden también aburrir, transformarse en un sonido apenas desagradable y persistente. En suma inaudible.
El militante es un hombre que tiene una razón para vivir. Y más también. Cierta vez dijo Camas "Una razón para vivir es una razón para morir”. El militante, en efecto, puede llegar a morir por su causa. Pero en Argentina - hoy a esta altura de nuestra experiencia y de nuestro dolor- habrá que afirmar tenazmente que el momento más alto de realización de un militante es su vida (cualquiera de los infinitos actos en que su militancia lo ha comprometido) y no su muerte.
La deshumanización acecha también al militante. Puede transformar su ideología en dogma, en obstinación y autoritarismo. Puede creerse más heroico. Puede confundir el desprecio por la vida con el coraje. Puede enajenarse en su lucha. Puede olvidar las pequeñas cosas en nombre de los grandes ideales. Puede olvidar que los grandes ideales se persiguen y se conquistan para posibilitar las pequeñas cosas. Puede llegar a considerarse sólo el eficaz cuadro de una organización. Y hasta puede llegar al extravío de exigir también eso de los demás.
Puede llegar a realizar esta frase de Brecht: " Nosotros que nos unimos para luchar por la amistad entre los hombres, no supimos ser amigos”.
El viejo problema de los medios y los fines se agitan detrás de éstas ideas.
Pero si la militancia ha de servir para humanizar al militante, los fines deberán estar presentes en todos los medios. Porque el militante está vivo hoy, y es hoy, en cada uno de los actos que realiza para conquistar una sociedad más justa, donde están enteramente en juego su humanización o su envilecimiento.
JOSE PABLO FEINMANN

lunes, 14 de febrero de 2011

Love Friendly

Como casi todas las festividades capitalistas, por más simpáticas que nos parezcan, el famoso día de San Valentín inició como un festejo religioso. 
Según la OMS el 14 de febrero es uno de los días del año que más cópulas registra. ¿Será que la humanidad necesita este tipo de íconos para copular? En algún lugar de mi corazón me da pena, en otro lugar siento una extraña curiosidad. 
Cierro los ojos y pienso cuántas personas se encuentran en este instante copulando bajo la excusa de San Valentín. Similar a los días de apareamiento de las especies animales y tal vez recordando en algún punto, lo similares que somos y de dónde venimos.
Lo raro es que a nosotros esta "época de cópula" nos venga dada, predeterminada, invariablemente desde intereses, conveniencias mercadotécnicas, capitalismo y religión. Más no movilizados por nuestro propio instinto de necesidad de copular. ¿Será que alguna vez podremos conectarnos con nuestro interior sin una determinada fecha dada que usufructúa el instinto humano? Ojalá. El día que la OMS pueda dejar de publicar que San Valentín deja de ser uno de los días del año que más cópulas realiza el hombre, tal vez hayamos inciado un camino interesante.
Miles de hombres y mujeres se alejan diariamente del sexo por obligaciones que no son más que financieras. Hay países que pierden generaciones enteras de clases productivas, parejas que se distancian, gente que se siente muy sola y triste. Sin dudas al humano le hace mucha falta incrementar el contacto físico y a este respecto bien vale que al menos exista un día que convoque a la unión sexual. Lo que me "hace ruido" es que la humanidad lo necesite, casi como una fecha clave, casi como una orden que como siempre, acepta mansamente.
Todos sabemos lo positiva que es la vida sexual para el ser humano, cómo ayuda a nuestra salud, lo bien que nos hace sentir... La cosa cambia radicalmente cuando inexorablemente sentimos la necesidad de unir al sexo con el amor. Y es en este punto donde cabe la idea del "Día de los Enamorados", aunque ciertamente la OMS no mide cantidad de enamorados que se reúnen en San Valentín, sino cantidad de cópulas. 
Casi como si no pudiéramos concebir el sexo sin amor, necesitamos esta excusa para practicarlo. Y entonces se empieza a entender muy bien la baja en los índices de cópulas humanas diariamente. Qué triste.
Ciertamente no creo en la diferencia entre tener relaciones sexuales y "hacer el amor", y lo que afirmo no va en esa dirección. Creo que hacer el amor no es un acto sexual, en verdad creo que no intervienen los genitales. Creo que hacer el amor es una actividad cotidiana, por todos aquellos a quienes amamos. El amor se hace todo el tiempo, no se dice ni se declara, sino simplemente: se hace. 
El sexo no se debe al amor, sino más bien al revés. Alguno de todos esos actos cotidianos que ejercemos por aquellas personas que amamos, incluyen al sexo. Es decir que el amor incluye al sexo, pero para nada es al revés. 
Si algún día podemos entender este mecanismo probablemente nos liberemos de muchos mandatos que condicionan la vida sexual de la humanidad y eso nos lleve a buscar copular más y ser más saludables y libres. 
Por el momento celebro que al menos un día al año, por más mercantilista que sea, los seres humanos encontremos una excusa para juntarnos y hacer ese ritual sexual que tanto nos hace falta. 
Pido mi deseo de que podamos liberar nuestras ataduras conceptuales para que esto suceda mucho más seguido.
Feliz Día de San Valentín para todos. Pásenla bien y porténse muy mal!

lunes, 17 de enero de 2011

¿Qué es la Mesa de Enlace? ¿Quiénes la componen? Primera Parte: Sociedad Rural Argentina:

La famosa “Mesa de enlace” paradójicamente debe sus orígenes al gobierno kirchnerista. ¿Por qué? Porque se agruparon como “respuesta” a la 125. En ese momento, en Marzo del 2008, las cuatro principales asociaciones de empresarios agropecuarios: Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y CONINAGRO. En aquel momento estas entidades convocaban a los constantes paros y cortes de ruta.
¿Pero quiénes son estas asociaciones? ¿Cómo nacieron? ¿Quiénes las conforman? Es sabido que durante la campaña del desierto iniciada en el gobierno de Julio A. Roca, por Carlos Pellegrini, su gobierno pagó con tierras a los militares que participaron de “la conquista”. De hecho dicha campaña fue financiada por fondos de la Sociedad Rural Argentina en 1879. Sus socios fundadores fueron José Alfredo Martínez de Hoz (más tarde Ministro de Economía del PRN), Eduardo Olivera (hacendado, estudió química en Inglaterra, Director Nacional de Correos y Telégrafos durante la presidencia de Avellaneda, columnista de varios periódicos, su vivienda es hoy el Parque Avellaneda), Lorenzo F. Agüero, Ramón Viton,  Francisco Bernabé Madero (vicepresidente de Julio A. Roca), Jorge Temperley, Ricardo B. Newton, Leonardo Pereyra, Mariano Casares, Jorge R. Stegman, Luis Amadeo, Claudio F. Stegman y Juan N. Fernández. En ese entonces, el Estado Nacional emitió bonos con los títulos de las futuras tierras a 400 pesos fuertes cada uno, los cuales significaban 2.500 hectáreas, aunque el mínimo para acceder era de 1200 pesos, o su equivalente a 10.000 hectáreas. 344 familias lograron obtener 10.869.000 hectáreas. Es decir que lo llamado “oligarquía argentina” son aquellos que lograron poseer las extensiones de tierras más fértiles del suelo argentino. Por supuesto que esto pudo hacerlo gracias a que manejaba el aparato del Estado a través del PAN (Partido Autonomista Nacional: de corte liberal y positivista, mantenido en el poder por fraude electoral). De este modo la oligarquía logró, a través del control del Estado, expropiar tierras que pertenecían a los pueblos originarios en la “Campaña del Desierto” que se desarrolló entre 1879 y 1880. 
Al margen sería curioso replantearse el nombre de “Campaña del Desierto” porque ciertamente esas tierras no eran desiertas.
En este punto de la historia establecemos entonces una clara relación entre los empresarios agro-ganaderos y la milicia. Ahora bien, estas tierras no estaban comunicadas con los puertos y fue entonces cuando nuestros terratenientes indujeron la entrada de capitales británicos para las inversiones ferroviarias. ¿Qué les ofrecieron? No pagar impuestos, adjudicarse el monopolio ferroviario, poseer 1 legua al lado de cada tramo ferroviario y obtener un 7% de ganancias de inversiones garantizada por el gobierno nacional. ¿El resultado? Los empréstitos y la deuda con los británicos pero la revalorización de las tierras (ya privadas) entre 1883 y 1887 de un 1000%. Por eso nuestros terratenientes oligarcas defendían ya desde entonces un modelo de libre comercio sin gravámenes impositivos. Pero ante tamañas extensiones territoriales, faltaba mano de obra. Por ello fue necesaria la inclusión del gaucho y por supuesto la inmigración. Así fue que se desarrolló y promovió el plan de apertura de fronteras y entre 1900 y 1910 ingresaron al país casi 2 millones de personas. Aprovechando la cultura del trabajo de los inmigrantes y su necesidad de empleo y tierras, la oligarquía les alquiló tierras a precios elevadísimos y les vendía la materia prima para su trabajo, a otro tanto. Como todo abuso, no puede ser eterno y se desató el “Grito de Alcorta” del cual surge la Federación Agraria para oponerse a la Sociedad Rural (que llamativo ¿no?).
Pero luego se sucede la crisis del 30´. Ante esta nueva realidad y la nueva llegada de los conservadores al poder (por supuesto que no por casualidad), la Sociedad Rural logra sellar la relación carnal con Inglaterra con el tratado Roca-Runciman de 1933 (Inglaterra se comprometía a comprar carne argentina siempre que su precio fuera menor al de los demás proveedores mundiales. Como contrapartida, Argentina liberó de impuestos a los productos ingleses y tomó el compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales. Además se creó el Banco Central de la República Argentina con competencia para emitir billetes y regular las tasas de interés, todo ello bajo la conducción de un directorio con fuerte composición de funcionarios del Imperio Británico).
Hasta este momento histórico ya podemos comprender entonces la nefasta alianza entre los agro-ganaderos, la milicia, la derecha, los conservadores, los liberales y los ingleses. Relación que por supuesto perdura hasta la fecha.
Pero en la década del 40´la Sociedad Rural se planta frente a políticas seguidas por Perón como el estatuto del peón de campo en 1944 (estableció las condiciones de trabajo, la relación salarial, el descanso dominical, vacaciones, etc.). Y también reaccionó a la creación del IAPI en 1946 (Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio, objetivos: ejercer el monopolio de las ventas agropecuarias al exterior, pagar precios menores a los productores con respecto al mercado internacional y en dinero nacional para obtener una diferencia para financiar el desarrollo industrial).
Para que recordar que todas estas molestias continuaron hasta 1976 cuando se volvió a los modelos liberales… de la mano… de la familia, claro está. Contando con Martínez de Hoz como ministro de economía, quien fuera fundador de la entidad y su primer presidente desde 1866 hasta 1870. Así en el primer aniversario del gobierno de las Fuerzas Armadas sus familiares publicaron la siguiente solicitada (http://abc.gov.ar/docentes/efemerides/10dediciembre/site_10diciembre/descargas/elproceso/rural.pdf)
La última frase resume prácticamente toda la idea del documento: “La Sociedad Rural Argentina reitera frente a los productores y la ciudadanía en general su apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de marzo de 1976, para poder lograr así los fines propuestos, que en definitiva son los grandes objetivos nacionales” ¿Qué más decir?
¿Es llamativo a estas instancias que en medio de estas políticas se haya sancionado la anterior ley de medios? Desde luego que no. Para Castoriadis existen en la forma de comunicación humana las “significaciones sociales imaginarias”. Ellas permiten que una sociedad en un contexto histórico determinado, comparta una similar definición sobre determinados términos. Así para la instalación de estos SIS es sumamente necesaria la participación de los medios de comunicación. De esta forma se convalidan términos y significados buscados y producidos, los cuales entre otras cosas, también convalidan formas de gobierno. Entonces mediante la instalación de términos como guerrilla, subversión, terrorismo, paz, inseguridad, etc., los medios logran instalar en el común de la población la significancia que determinados aparatos políticos desean. Por ello conservar siempre el espíritu crítico sobre los medios es un punto fundamental para la libertad de pensamiento y la objetividad debería ser la prioridad del periodismo.
Demás estaría decir la relación que tiene la oligarquía con los medios de comunicación. Si repasamos los inicios de los periódicos como El progreso o El telégrafo, en los cuales escribían Bartolomé Mitre y los españoles colonos de nuestras tierras.
¿Será posible alguna vez poder desarrollar la libertad de pensamiento? Ojalá, pero empecemos ejerciendo la memoria.

lunes, 10 de enero de 2011

Hoy ha sido un día de pérdidas...

No sé si escribir mi opinión o mi sentimiento. Mi trabajo a veces me obliga a objetivizar pero mi corazón se niega.
¿Qué puedo decir de María Elena Walsh? Hoy se fue una gran referente de la cultura. Alguien que supo ganarse mi corazón, que me enseñó cómo militar con el arte, cómo se dicen las cosas más profundas desde el corazón del niño, cómo se ven algunos sucesos desde los ojos inocentes. Una mujer luchadora, que perdió muy joven a sus padres, que nunca abandonó sus convicciones y que peleó hasta el final. Una gran tristeza para el corazón al morir alguien que formó nuestra identidad como país y como personas.
Pero como a veces la vida parece reírse de nosotros, se llevó a María Elena con 80 años y a Ninawa Daher, una conductora de 31 años.
¿Qué decir de Ninawa? Una conductora fresca, espontánea, con una brillante carrera. Que supo buscar un lugar para difundir la cultura "desde el aljibe", tratando de acercarnos a la cultura árabe. Una gran persona con una sonrisa increíble.
Como dije, mi corazón está de luto. Todo en la cultura falta, nunca sobra y cuando se pierden así personas valiosas, el corazón no puede más que llorar.