lunes, 17 de enero de 2011

¿Qué es la Mesa de Enlace? ¿Quiénes la componen? Primera Parte: Sociedad Rural Argentina:

La famosa “Mesa de enlace” paradójicamente debe sus orígenes al gobierno kirchnerista. ¿Por qué? Porque se agruparon como “respuesta” a la 125. En ese momento, en Marzo del 2008, las cuatro principales asociaciones de empresarios agropecuarios: Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y CONINAGRO. En aquel momento estas entidades convocaban a los constantes paros y cortes de ruta.
¿Pero quiénes son estas asociaciones? ¿Cómo nacieron? ¿Quiénes las conforman? Es sabido que durante la campaña del desierto iniciada en el gobierno de Julio A. Roca, por Carlos Pellegrini, su gobierno pagó con tierras a los militares que participaron de “la conquista”. De hecho dicha campaña fue financiada por fondos de la Sociedad Rural Argentina en 1879. Sus socios fundadores fueron José Alfredo Martínez de Hoz (más tarde Ministro de Economía del PRN), Eduardo Olivera (hacendado, estudió química en Inglaterra, Director Nacional de Correos y Telégrafos durante la presidencia de Avellaneda, columnista de varios periódicos, su vivienda es hoy el Parque Avellaneda), Lorenzo F. Agüero, Ramón Viton,  Francisco Bernabé Madero (vicepresidente de Julio A. Roca), Jorge Temperley, Ricardo B. Newton, Leonardo Pereyra, Mariano Casares, Jorge R. Stegman, Luis Amadeo, Claudio F. Stegman y Juan N. Fernández. En ese entonces, el Estado Nacional emitió bonos con los títulos de las futuras tierras a 400 pesos fuertes cada uno, los cuales significaban 2.500 hectáreas, aunque el mínimo para acceder era de 1200 pesos, o su equivalente a 10.000 hectáreas. 344 familias lograron obtener 10.869.000 hectáreas. Es decir que lo llamado “oligarquía argentina” son aquellos que lograron poseer las extensiones de tierras más fértiles del suelo argentino. Por supuesto que esto pudo hacerlo gracias a que manejaba el aparato del Estado a través del PAN (Partido Autonomista Nacional: de corte liberal y positivista, mantenido en el poder por fraude electoral). De este modo la oligarquía logró, a través del control del Estado, expropiar tierras que pertenecían a los pueblos originarios en la “Campaña del Desierto” que se desarrolló entre 1879 y 1880. 
Al margen sería curioso replantearse el nombre de “Campaña del Desierto” porque ciertamente esas tierras no eran desiertas.
En este punto de la historia establecemos entonces una clara relación entre los empresarios agro-ganaderos y la milicia. Ahora bien, estas tierras no estaban comunicadas con los puertos y fue entonces cuando nuestros terratenientes indujeron la entrada de capitales británicos para las inversiones ferroviarias. ¿Qué les ofrecieron? No pagar impuestos, adjudicarse el monopolio ferroviario, poseer 1 legua al lado de cada tramo ferroviario y obtener un 7% de ganancias de inversiones garantizada por el gobierno nacional. ¿El resultado? Los empréstitos y la deuda con los británicos pero la revalorización de las tierras (ya privadas) entre 1883 y 1887 de un 1000%. Por eso nuestros terratenientes oligarcas defendían ya desde entonces un modelo de libre comercio sin gravámenes impositivos. Pero ante tamañas extensiones territoriales, faltaba mano de obra. Por ello fue necesaria la inclusión del gaucho y por supuesto la inmigración. Así fue que se desarrolló y promovió el plan de apertura de fronteras y entre 1900 y 1910 ingresaron al país casi 2 millones de personas. Aprovechando la cultura del trabajo de los inmigrantes y su necesidad de empleo y tierras, la oligarquía les alquiló tierras a precios elevadísimos y les vendía la materia prima para su trabajo, a otro tanto. Como todo abuso, no puede ser eterno y se desató el “Grito de Alcorta” del cual surge la Federación Agraria para oponerse a la Sociedad Rural (que llamativo ¿no?).
Pero luego se sucede la crisis del 30´. Ante esta nueva realidad y la nueva llegada de los conservadores al poder (por supuesto que no por casualidad), la Sociedad Rural logra sellar la relación carnal con Inglaterra con el tratado Roca-Runciman de 1933 (Inglaterra se comprometía a comprar carne argentina siempre que su precio fuera menor al de los demás proveedores mundiales. Como contrapartida, Argentina liberó de impuestos a los productos ingleses y tomó el compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales. Además se creó el Banco Central de la República Argentina con competencia para emitir billetes y regular las tasas de interés, todo ello bajo la conducción de un directorio con fuerte composición de funcionarios del Imperio Británico).
Hasta este momento histórico ya podemos comprender entonces la nefasta alianza entre los agro-ganaderos, la milicia, la derecha, los conservadores, los liberales y los ingleses. Relación que por supuesto perdura hasta la fecha.
Pero en la década del 40´la Sociedad Rural se planta frente a políticas seguidas por Perón como el estatuto del peón de campo en 1944 (estableció las condiciones de trabajo, la relación salarial, el descanso dominical, vacaciones, etc.). Y también reaccionó a la creación del IAPI en 1946 (Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio, objetivos: ejercer el monopolio de las ventas agropecuarias al exterior, pagar precios menores a los productores con respecto al mercado internacional y en dinero nacional para obtener una diferencia para financiar el desarrollo industrial).
Para que recordar que todas estas molestias continuaron hasta 1976 cuando se volvió a los modelos liberales… de la mano… de la familia, claro está. Contando con Martínez de Hoz como ministro de economía, quien fuera fundador de la entidad y su primer presidente desde 1866 hasta 1870. Así en el primer aniversario del gobierno de las Fuerzas Armadas sus familiares publicaron la siguiente solicitada (http://abc.gov.ar/docentes/efemerides/10dediciembre/site_10diciembre/descargas/elproceso/rural.pdf)
La última frase resume prácticamente toda la idea del documento: “La Sociedad Rural Argentina reitera frente a los productores y la ciudadanía en general su apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de marzo de 1976, para poder lograr así los fines propuestos, que en definitiva son los grandes objetivos nacionales” ¿Qué más decir?
¿Es llamativo a estas instancias que en medio de estas políticas se haya sancionado la anterior ley de medios? Desde luego que no. Para Castoriadis existen en la forma de comunicación humana las “significaciones sociales imaginarias”. Ellas permiten que una sociedad en un contexto histórico determinado, comparta una similar definición sobre determinados términos. Así para la instalación de estos SIS es sumamente necesaria la participación de los medios de comunicación. De esta forma se convalidan términos y significados buscados y producidos, los cuales entre otras cosas, también convalidan formas de gobierno. Entonces mediante la instalación de términos como guerrilla, subversión, terrorismo, paz, inseguridad, etc., los medios logran instalar en el común de la población la significancia que determinados aparatos políticos desean. Por ello conservar siempre el espíritu crítico sobre los medios es un punto fundamental para la libertad de pensamiento y la objetividad debería ser la prioridad del periodismo.
Demás estaría decir la relación que tiene la oligarquía con los medios de comunicación. Si repasamos los inicios de los periódicos como El progreso o El telégrafo, en los cuales escribían Bartolomé Mitre y los españoles colonos de nuestras tierras.
¿Será posible alguna vez poder desarrollar la libertad de pensamiento? Ojalá, pero empecemos ejerciendo la memoria.

1 comentario:

  1. La Sociedad rural entiende que el modelo igualador es que los blancos cobren en blanco y los negros en negro. Igualitos igualitos.

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